En 1976, tras el fracaso de su matrimonio, Agnès Le Roux (Adèle Haenel) vuelve de África y va a ver a su madre, Renée (Catherine Deneuve), propietaria del casino Le Palais de la Méditerranée en Niza. La joven se enamora del hombre de confianza de su madre, el mujeriego Maurice Agnelet (Guillaume Canet), un abogado diez años mayor que ella.