Etienne Lantier se marcha a un pueblo en Francia. Allí, se convierte en la mina, se vuelve adicto al alcohol y el sexo. El socialismo inundó sus venas, mientras que el capitalismo está dejando fuera de juego a la clase obrera. Hay manifestaciones y huelgas en todo el país. Sin embargo, el amor que siente hacia Catalina es mucho más fuerte que eso.