Alina y Stefano forman un matrimonio abierto en el que tanto se les permite tener relaciones sexuales con otros y sin dejar de amarnos unos a otros. Stefano es guionista, Alina ama pero no lo quiere y tiene que buscar refugio en otros amantes de los hombres, al igual que un pianista llamado Paolo, que se obsesionan con él, ya que es muy celoso. Stefano no encuentra satisfacción con cualquier otra mujer, pero tampoco lo hace su esposa, por lo que se concentra en su nuevo guión, sin perder de vista la relación con Paolo Alina resulta ser algo más que el típico juego sexual previo.