Begoña se ha convertido en un paradigma de los años noventa. Rechazando arquetipos socialmente aceptables (
familia, tradición, metas profesionales ...) devora este último con miras a un solo punto: su propio placer. Lejos de tratar de imponer su entorno social hipocresía, no escrúpulos para confesar mórbida, práctico y voraz. Tampoco en el gusto todo lo que sus múltiples amantes pueden ofrecer. El más plástico más duro erotismo sexo.