Asistir a grandes fiestas y todos los estrenos de Broadway era una forma de codearse con las altas áreas neoyorquinos en los años 20. Dentro de ese mundo, un círculo de intelectuales que disfrutaron odiaba el conocimiento y la ignorancia de la población surgió. Entre ellos, el escritor Dorothy Parker se destacó por encima de los demás. Delante de los tiempos en que vivió, Dorothy era adicto al alcohol y su vida amorosa fue una catástrofe tras otra.