Chuyín Venegas y Cornelio Barraza, integraron la banda Los Jilgueros de Rosarito, las más grandes estrellas de la música y el cine popular de los años ochenta. Convertido en un exitoso solista internacional, Chuyín se entera de la muerte de Cornelio y decide regresar a México, donde tendrá que enfrentar a los fantasmas de su pasado y a la soledad de su presente.