En febrero de 2013, el humorista Luis llega con su pícara nihilismo Phoenix, Arizona. Monólogo en el que tratar tan diversos como un viejo temas y su mascota de su vida en Manhattan, el proceso de envejecimiento comediante dice sufrir en su cuerpo de 45 años, la fascinación de los hombres de los pechos femeninos, así como la belleza de vivir fuera de la comida cadena, su ira cuando al volante y asesinato. La sonrisa en su rostro está asegurada.