Después de emigrar a Grecia desde Nigeria, Vera y Charles Antetokounmpo lucharon por sobrevivir y mantener a sus cinco hijos mientras vivían pendientes a diario de una posible deportación. Su hijo mayor se había quedado en Nigeria con otros familiares, así que la pareja luchaba desesperadamente por obtener la ciudadanía griega, pero sus intentos acababan en fracaso por las complejidades de la burocracia.