Anthony Hopkins y Robert Foxworth pusieron bajo las órdenes del director Robert día a la pequeña pantalla para llevar esta película que trata de uno de los momentos más emergentes y decadentes del cristianismo. Pedro y Pablo llegan en un momento de agitación religiosa para tomar el mando de la iglesia y mantener viva la fe. La película se ocupa de sus vidas por separado y juntos, en sus varias reuniones en Damasco o Jerusalén. Estos servidores se ponen a disposición del Señor para llevar a cabo la evangelización del Mediterráneo. Robert Day también ponerse tras la cámara para los títulos 'Un hombre con la cara de Bogart' y 'Pasillos de sangre'.