En esta secuela, el malvado Gargamel crea un par de traviesos pitufos llamados los Naughties, con los cuales intentará sacar el máximo provecho de la magia y la esencia de los pitufos. Pero cuando comprueba que sólo un pitufo verdadero puede darle lo que quiere, decide secuestrar a Pitufina y llevarla a París, donde se ha ganado la admiración de millones de personas como el mejor mago del mundo.