En un intento desesperado por liberar a su pueblo de la opresión de su vengativo esposo, la reina Alcmena dirige sus súplicas hacia los dioses y fruto de sus plegarias nace Hércules, engendrado por Zeus, padre de los dioses y los hombres. Ajeno a su verdadera identidad, Hércules sufre el desprecio del rey Anfitrión, quien favorece siempre a su hijo legítimo, Ificles.