En 1980 Charles Kaufman dirigió El Día de la Madre, una sátira bizarra del consumismo y la violencia en la que tres chicas padecían toda clase de humillaciones a manos de una madre y dos hermanos claramente perturbados. Denostada en su día por su sadismo y una fachada de puro exploitation, Darren Bousman parece haber encontrado ahora la manera de reivindicarla con una reconstrucción, bien alejada del remake puro y duro, que cambia el tono y las víctimas, añade dos hermanos a la
familia y otorga un papel determinante a la madre, una terrorífica Rebecca de Mornay que va a protagonizar nuestras pesadillas durante una buena temporada.