Francesco Dellamorte es un enterrador que tiene su propio mundo, lo imaginario cementerio de Milán Boffalora donde hace toda su vida, lo mismo que su ayudante Gnaghi. Dellamorte tiene una dura tarea: hacer que los muertos que siguen a abandonar sus tumbas de nuevo a ellos, finalmente descansar en paz y se olvide de buscar sangre y carne humana, por lo que disparar y destruir sus cráneos. Con la llegada de una mujer hermosa la situación se complica aún más cuando su marido se levanta de su tumba y muerde también haciendo un zombi, lo que no impide la caída Dellamorte enamorado de ella. Tampoco es un problema para Gnaghi hacer lo mismo para una chica muerta en un accidente de motocicleta. Cada vez son más rebeldes muertos y Dellamorte la situación será cada vez más difícil, porque simplemente no distinguir entre vivos y muertos.