Cory Morgan y su esposa Sarah deciden trasladarse a su casa de la montaña con Emily, su pequeña hija de 3 años, para disfrutar de unas tranquilas y familiares vacaciones rodeados de naturaleza. Pero cuando llegan, descubren que alguien ha estado viviendo allí durante todo este tiempo, los cubos de basura están llenos y hay botellas vacías desperdigadas por toda la casa.