Daniel y Ana Torres no son más que hermanos, pero grandes amigos y confidentes. Aunque -se lleva siete años que tiene dieciséis años y ella veinte años, tienen una excelente relación. Ana se casó en cuatro meses y toda la
familia se prepara boda con mucha emoción cuando una mañana los dos hermanos son secuestrados. Durante todo un día en que sus captores les obligó a tener relaciones sexuales mientras grabado con una cámara de vídeo y, a pesar de que en libertad esa noche, su vida nunca volverá a ser la misma.