Richard y Priscila son una pareja estable que vive en una maravillosa casa con su hija, una chica con talento. En el ámbito económico sino que también está haciendo muy bien, por lo que podría decirlo todo. Sin embargo, arrojan algo, un poco de riesgo y la emoción que rompe con la rutina pesada del conocimiento a la perfección como trascurrirá todos los días en falta. Cuando se conocen sus vecinos, Eddy Kay y todo cambia. Esta pareja parece tener ese toque de
aventura y la diversión que se les antoja y cuando su vida comienza a unirnos está al revés, con posibles consecuencias que no se han planteado.