Dos matones de la mafia de Nueva Orleans, A. K. (Casper Van Dien) y Ray (Rick Fox), son enviados a Nueva York para ajustar las cuentas con unos tipos que deben dinero a la cejilla Dino Grandelli. Uno de ellos se enamora de una prostituta llamada lugar Lyla (Charlene Francique). Pronto descubre que uno de los deudores ha logrado salvar la vida de su novia, por lo que decide de acuerdo con él para cobrar las deudas. BuscaráNo hay otra manera peligrosa para devolver el dinero, pero no debe estará nada fáfácil como el detective Bailey (Catherine Oxenberg) les siguená de cerca.