La película comienza con dos adolescentes, Masami (Hitomi Sato) y Tomoko (Yuko Takeuchi) hablando de una cinta de video grabada por un niño en Izu, quien quedó con una maldición que mata al espectador siete días después de verla. Tomoko revela que hace una semana, ella y tres de sus amigos vieron una extraña cinta y recibió una llamada después de verla.