El reconocido cineasta Alain Cavalier promulga la vida de Teresa Martin, que en 1888, a la edad de 15 años, entra en el Carmelo de Lisieux. Las pruebas físicas y morales, en particular las dudas que rompen sus certezas, minan su salud y murió en 1897. Cavalier ha renovado la imagen del santo niño, gracias a la excelente actriz Catherine Mouchet. Una serie de imágenes, desnuda de todo artificio y brillantemente iluminado, que muestra la agonía y la fidelidad de Teresa en una película valiosa y atrevido.