Durante la Segunda Guerra Mundial, una patrulla de la Armada de Estados Unidos aterrizó en una isla japonesa de rescatar a un espía que tiene información vital. Los soldados descubrieron un complot para hundir la flota estadounidense por minas submarinas, ayudados por guerrilleros filipinos locales. Los estadounidenses tratan de reorganizar sus líneas, con el fin de evitar el desastre.