A principios del siglo XXI, la robótica ha avanzado considerablemente. La
familia Martin ahora puede permitirse el lujo de comprar un robot en casa, la NDR-114, diseñado para realizar todas las tareas del hogar. Los niños reaccionan cada uno de una manera diferente en la presencia del recién llegado, llamado Andrew. La gracia, la mayoría, lo ve como una lata y le ordena a saltar desde el primer piso. Después del incidente, Andrew demuestra la creatividad y desarrolla sentimientos. El Sr. Martin decide tratarlo desde entonces como un ser humano real.