La película es una recreación a tiempo real de la masacre que tuvo lugar en la isla Noruega que da nombre al filme. Un extremista de ultraderecha acabó con la vida de 69 jóvenes en un campamento de Utoya depués de que pusiera una bomba delante de la oficina del ministro de Estado y del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública de Oslo.