Luisa y Peter forman un matrimonio desgastado por las infidelidades de su marido, un periodista deportivo que todo el mundo le gusta. Luisa y Peter tienen una hija, Marisa que sacudido todos los problemas de sus padres. Un día en una fiesta en el estudio de la hija de un pintor intenta matrimonio suicidio. Ya desde el hospital, Luisa llama a Pedro y recuerda todas las noches de amor que ocurrieron cuando todavía no habían herido. Pedro estaba en un entrenamiento de fútbol, cuando recibió la llamada de su esposa, recuerda cómo conoció a Rachel, la mejor amiga de su esposa y que está enamorado. La hija descubre relaciones de sus padres con los demás y pesar de que la hija preguntó una reconciliación parece imposible. El médico les toma un diagnóstico algo impreciso y salir de la sala de espera de Marisa se recupere.