Niklas (Ken Duken, 'Malditos bastardos'), enviada desde Frankfurt a Nueva York para cerrar una sucursal de su empresa, no es consciente de que su vida está a punto de girar 180 grados. Son las 9 de la mañana y que haya terminado con su trabajo, pero su vuelo de regreso sale dentro de 11 horas. Para matar el tiempo decide entrar en un bar donde conoce y se enamora de Leticia (Nicole Beharie, 'La vergüenza'), un aspirante a secretaria hermosa cantante afroamericana. No hay créditos, ella es perfecta, parece estar viviendo un sueño, pero pronto se despiertan cuando se entera de que ella es una de las personas que sólo dispararon. Alemán, temeroso de perder los jóvenes, prefieren mantener en secreto. Leticia se deja llevar, mostrando su ejecutivo de distrito natal, Brooklyn, dando un agradable paseo termina en su apartamento, escuchando juntos en sus nuevas canciones. Pero la noche romántica termina cuando descubre la verdadera identidad de Niklas. En un ataque de rabia deja a su suerte en las peligrosas calles de Brooklyn. Después de varias horas, el joven aparece en la iglesia que posee el padre de Leticia (Reg E. Cathey, "castillo de naipes"), sin zapatos, sin cartera, sin teléfono y con un ojo negro. Es evidente que no recibió sólo golpes físicos, pero uno mucho más grande, que de amor.