Cuando en junio de 1946 Stalin ofreció amnistía a los rusos exiliados en el oeste y la posibilidad de reconstruir el país, Alexei Golovine, un médico en el exilio en Francia, responde a esta llamada, como muchos otros, y decidió regresar con su joven esposa francesa Marie e hijo Serioja a su tierra natal. A su llegada en Odessa, se enfrentan a una terrible realidad: Muchos de sus colegas están ejecutados o deportados. Alexei y su ahorro de la vida familiar, porque las autoridades creen que pueden obtener algo de joven médico.