Dirigido por un estricto sentido del deber, James Stevens, es un servicio de mayordomo británico está dedicado a Lord Darlington. Su lealtad va más allá de lo que se requiere, hasta el punto de negarse a sí mismo la libertad de expresar sus sentimientos o para satisfacer sus deseos en su vida privada. Stevens rigidez es probado por la presencia en Darlington Salón del ama de llaves, la señorita Kenton. La convivencia diaria motiva a luz en dos de sentimientos no expresados de amor, reprimidos por el peso de los convenios en los que tan rigurosamente Stevens posee. Este drama personal coincide con las negociaciones que Lord Darlington tiene con figuras influyentes en la política británica de los años 30, incluyendo los mediadores del gobierno nazi de Alemania son.