Como los últimos vestigios del imperio se extinguió y el rey Felipe II agoniza en la sombra del esplendor perdido, un hombre, desafiando el plan divino y la justicia humana, hace que sus pasiones en el destino ley y su voluntad. Su fama es tan grande como su orgullo. Su condenación eterna. Su nombre, una leyenda: Don Juan.