Marnie es un ladrón compulsivo que no puede soportar el contacto físico con cualquier hombre, aunque sea leve. Su estabilidad mental también se ve afectada en gran medida con el rojo. Marcos Rutland, su nuevo jefe, está totalmente integrado con Marnie fascina hasta el punto de que, cuando se descubrió que intenta robar la caja fuerte de la oficina, su reacción es chantajear para que se case con él. Así que sabe un poco más de Rutland, que también conlleva sus propias complicaciones psicológicas, ya que vivir con un ladrón cumple con cierto deseo fetichista de poseer. Todo cambia cuando un repentino accidente montar pone en peligro la vida de Marnie y se retrae que descubre un pasado de abuso y la presión por su madre, una ex prostituta tirano.