Henry V, rey de Inglaterra desde 1413 hasta 1422, es un simple títere de la Iglesia, a la que administra y dirige a voluntad por sus propios intereses. Por lo tanto, el clero convence al joven rey para iniciar una
guerra contra Francia y así ganar territorio vecino. Pero poco a poco y debido a la sangrienta batalla de Agincourt, el rey reconsidere y darse cuenta de que la
guerra debe terminar por el bien de sus tropas.