El 21 de agosto de 1910, en la pequeña ciudad de Cuenca Osa de la Vega, José María Grimaldos, más conocido en el pueblo como "Cepa" Veo por última vez en el camino hacia el pueblo vecino, Tresjuncos. Después de ese momento, de nuevo, no saber más de él. Su
familia, preocupado, reportó su desaparición a la Guardia Civil. Durante la investigación posterior, la
familia y otras personas de la ciudad están ofreciendo su testimonio y acusaciones comienzan a apuntar principalmente a dos sospechosos: Gregorio Valero y León Sánchez. Móvil más probable es que el
crimen: el vil metal les llevó a asesinar "Cepa". El caso se cerró un año más tarde sin ningún juicio emitido. En 1913, un juez joven y entusiasta, Isasa, decide volver a abrir ordenar la detención de los sospechosos solamente ser salvajemente torturados para extraer a alcanzar las supuestas confesiones.