Una mañana, el cuerpo de un marinero llega a la madera a la deriva orilla. Si no tiene las manos atadas detrás de la espalda se podría pensar que Justo Castelo es uno de los marineros que encontraron su tumba en las aguas mientras que era la pesca. Pero el océano no necesita cuerdas para matar. No hay testigos, no hay rastro de la embarcación en la que viajaba el fallecido, el lacónico inspector Leo Caldas tendrán que sumergirse en el medio marino de la ciudad para tratar de aclarar lo sucedido, entre hombres y mujeres que se niegan a revelar sus sospechas, y cuando están hablando apuntan a una dirección muy inusual. Un caso muy complicado para Caldas, porque el crimen que investiga va a conducir a un crimen del pasado, un naufragio, mentiras, medias verdades, muchas pistas falsas, y en última instancia, muchos puntos oscuros. Esta película de Gerardo Herrero (Los aires difíciles, El misterio Galíndez, Malena es un nombre de tango) adapta el libro homónimo del escritor gallego Villar domingo. En su reparto incluye actores Carmelo Gómez (Tiempo sin aire tripa), Antonio Garrido (Fin, La Chispa de la Vida), Celia Freijeiro (de niña a niña) y Luis Zahera (El desconocido, Lobos de Arga).