El film nos cuenta la relación entre un padre envejeciendo y su hija. Piku tiene que hacer malabares para sobrellevar su vida como arquitecta de éxito y así mismo cuidar a su padre de 70 años, mientras viven en una ciudad cosmopolita y los interminables conflictos ideológicos padre/hija por lo que tener tiempo para si misma parece inimaginable y aunque es difícil, saben que son el único apoyo emocional del otro.