Diez años después de perturbar la vida de un hombre ingenuo, la famosa máscara de Loki cae en manos de un joven padre: cuando el caricaturista Tim Avery (Jamie Kennedy) supera su temor a la paternidad tras el nacimiento de su primer hijo, descubre que el niño ha nacido con los poderes de la máscara. La situación se complica cuando el celoso perro de la
familia se enfrenta al niño por el control de la máscara.