El matrimonio gay formado por Sven y Göran se trasladan a un barrio residencial en las afueras donde son recibidos por el vecindario con actitudes que van desde la sincera bienvenida, pasando por la hipocresía, hasta la abierta homofobia. Están en trámites de adoptar un niño pero encuentran dificultades ya que la mayoría de países con niños disponibles para la adopción no aceptan a las parejas gays como adoptantes.