La película narra cómo Carmina, tras la súbita muerte de su marido, convence a su hija María de no dar parte de la defunción hasta pasados dos días y así poder cobrar la paga doble que él tenía pendiente. Durante esos dos días esconden el cadáver y disimulan su duelo en la cotidianidad de un bloque de pisos de un barrio humilde de Sevilla.