Viudo y en plena decadencia profesional, el legendario jugador de fútbol La Araña Salazar vive ensimismado en su propia depresión, su único aliento es su hija Tania, quien no soporta ver a su padre en ese estado. Pero con ingenio y perseverancia, Tania impulsará a su padre para que regrese a la cancha, reencuentre el amor y pueda restaurar su vida.