Charlie Lang es un buen policía que está casado con Muriel, una mujer muy ambiciosa que sólo sueña con tener mucho dinero y abandonar el humilde barrio de Queens. Un día entra con su compañero Bo en una pequeña cafetería y, como no tiene dinero para dejar propina, le hace a la camarera Yvonne una promesa: si gana en el próximo sorteo de la loto, compartirá el premio con ella.