En la residencia palaciega de Benjamín Ballo en París que tiene cometido un asesinato. Todas las pruebas y la evidencia apunta al atractivo de la criada María Gambrelli culpable. El inspector de policía Dreyfuss se prepara para hacer el arresto correspondiente, pero el monumentalmente inepto inspector Clouseau llega a la escena del
crimen y dijo que la señorita Gambrelli realidad siendo acusado por el verdadero asesino, que está en la casa. Aunque las nuevas víctimas comienzan a acumularse, Clouseau está decidido a demostrar la inocencia de Gambrelli. El problema principal es que el inspector torpe recalcitrante evita que pasa un día sin caer en los charcos de agua, superando a otras personas al abrir o cerrar puertas o encendedores consiguen encendido bolsillos interiores, por lo que la investigación avanza más lentamente y caótica de lo habitual.