la vida y Neil de Gwen no podían ser más diferentes. Gwen creció con los ideales románticos de sus padres. Ella cree ciegamente en la existencia de su alma gemela, el hombre perfecto. Por otro lado, la infancia de Neil fue formada por un padre alcohólico y sin empleo. El destino une a la pareja y estar juntos, después de una serie de felices coincidencias, descubren que tienen más en común de lo que parece a primera vista.