Jake y Kristy Briggs, quien acaba de casarse, mudarse a Nuevo México para que Jake puede continuar sus estudios, lo que deja poco después de desencantados. De vuelta en Chicago, Jake consigue un trabajo en una agencia de publicidad, mientras que Kristy una compañía incorporada como un analista de datos. Con dos salarios, la pareja puede permitirse una hipoteca de una casa con tres dormitorios en las afueras de la ciudad. Kristy decide por su cuenta y sin decirle a Jake, deje de tomar anticonceptivos, pero no puede quedar embarazada. Al cabo de unos meses, Kristy dice a Jake lo que ha hecho. Juntos deciden recurrir a una clínica especializada y finalmente se llega a quedarse embarazada. Los eventos que siguen a continuación hacen Jake consciente de su carácter inmaduro y egoísta.