Como resultado de un trauma psicológico brutal, Tommy se vuelve sordo, mudo y ciego. Su madre y su padrastro hacer todo lo posible para curarlo, pero aparte de una fascinación por los espejos y las máquinas de "pinball" Tommy tiene ningún interés en nada. Hasta el día en que su madre le lanza contra un espejo y el milagro sucede: Tommy puede oír, ver y hablar. Es el nuevo Mesías.