Michèle acaba de romper con su novio, está en un momento de crisis en su vida. Para recuperar, se embarca en una búsqueda espiritual para creer en algo o alguien. El catolicismo no es la respuesta que necesita, y la meditación budista, literalmente dormir. A continuación, conoce a François, un veterinario judía. Aunque esto es ambivalente acerca de su propia fe, su relación va a Michele para estudiar la Torá y para que considere la posibilidad.