Margaret Keane es una pintora que se caracterizó por dibujar niños con ojos extremadamente grandes que rompían la armonía y proporción tradicional del rostro a la que el público estaba acostumbrado. Su obra enseguida causó gran sensación y se convirtió en una de las primeras producciones comerciales más destacadas en la década de los años 50, donde por primera vez el éxito facilita su acceso y aumenta su repercusión hacía un mayor número de gente.