Taiwán, primera mitad del siglo XX. El joven Li Tienlu trabaja como maestro de ceremonias en un teatro de marionetas, convirtiéndose en uno de los más reconocidos en el país. Con el estallido de la Segunda
Guerra Mundial, el gobierno japonés de Taiwán utiliza marionetas tradicionales chinas de teatro como centro de la propaganda de
guerra, dejando Li sin su principal medio de vida, aunque esto no significa el final de su afición.