La película nos cuenta la historia real de un electricista de Texas, Ron Woodroof (Matthew McConaughey), un hombre corriente que en 1986, le diagnostican el VIH y le dan 30 días de vida. Ron comenzó a tomar un medicamento denominado como AZT, la única droga legal disponible en los EE.UU en aquellos momentos, la cual le llevó al borde de la muerte debido a sus destructivos efectos secundarios.