Bethany Hamilton, una joven y famosa surfista australiana, ha vivido desde niña dentro del agua, sin separarse del mar, de su tabla y de su mejor amiga Alana. Un día, un tiburón le arrebata un brazo, pero Bethany es una joven muy fuerte y lo que pudo ser un terrible
drama se convirtió en una historia de superación, ya que desde entonces el único objetivo de Bethany fue prepararse cuanto antes para volver a practicar el surf.