William Bligh es el capitán imprudente de la Bounty, un barco que se desplaza sobre 50.000 kilometros evitando innumerables peligros, hasta que después de 30 días de navegación trata de una isla paradisíaca. Pero la tranquilidad de la estancia en la isla no durará mucho tiempo, Bligh se ha convertido en un tirano y tratar de imponer su voluntad causando malestar entre la tripulación. Los desbordamientos de situación y los hombres preguntan Fletcher Christian, el segundo piloto para ayudarles a tomar el barco por la fuerza o morir en el intento.