El paso del tiempo puede ser una forma complicada. Por lo que es para los jóvenes Riley Anderson cuando, con sólo 11 años, tiene que dejar atrás su vida en el medio oeste y trasladarse a San Francisco. Al igual que el resto de la gente, la vida de Riley es guiado por sus emociones: alegría, miedo, ira, asco y tristeza. Todos ellos viven en la Sede, el centro de control en la cabeza de donde la ayuda y dirigen el comportamiento de la niña en su día. A pesar de la alegría trata de dominar los sentimientos para mantener al niño en un estado de felicidad, tristeza comienza a cambiar las cosas y hacer difusión melancolía. Una serie de eventos hace que las dos emociones accidentalmente salen de la sede y viajar la mente de Riley mientras trata de encontrar el camino de vuelta.