En la noche del 11 de septiembre de 2012, en el aniversario de los ataques terroristas a las Torres Gemelas y al Pentágono, un grupo de militantes islamistas atacaron un complejo diplomático estadounidense y un anexo cercano de la CIA en Bengasi, Libia. Mataron a cuatro estadounidenses, incluido al embajador de Estados Unidos, John Christopher Stevens, así como al especialista en tecnología Sean Smith y a los SEAL Glen Doherty y Tyrone Woods.Un equipo de seis hombres de Operaciones Especiales de Estados Unidos, formado por ex Navy SEALs y operarios de la CIA, fueron enviados en defensa de los estadounidenses restantes que todavía quedaban con vida.