En una ciudad francesa plagada de corrupción, Yann (Laurent Collombert), un ingenuo responsable de urbanismo, entra accidentalmente en contacto con una pistola de 9 mm poseída por el alma de Sarah (Nathalie Hauwelle), una prostituta que fue asesinada. Juntos, uno por uno limpiarán la ciudad de delincuentes y maleantes hasta llegar al máximo responsable del entramado criminal, el propio alcalde.